martes, 18 de agosto de 2009

AI adopta el caso de Jacinta; exige su inmediata liberación



















Jacinta Francisco Marcial, acusada del secuestro de seis agentes de la AFI, es considerada como una prisionera de conciencia por AI, por lo que exigen su inmediata liberación
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CIUDAD DE MÉXICO, México, ago. 18, 2009.- Amnistía Internacional (AI) México, organización de defensa de los Derechos Humanos, informó que adoptó el caso de Jacinta Francisco Marcial, acusada del secuestro de seis efectivos de la Agencia Federal de Investigación.
En conferencia de prensa, el coordinador de Movilización e Impacto de AI México, Tonio Tessaca, informó que a partir de este martes Jacinta Francisco Marcial ya es considerada como una "prisionera de conciencia", por lo que exigieron su inmediata liberación.
Afirmó que hubo deficiencias en el proceso por el que la indígena otomí de 46 años de edad fue condenada a 21 de prisión, por su presunta participación en los hechos ocurridos en marzo de 2006, cuando dos agentes federales ingresaron al mercado central de Santiago Mexquititlán, en Querétaro.
Los agentes vestidos de civil dijeron que realizaban un operativo contra el tráfico de droga y artículos pirata e intentaron confiscar mercancía de los comerciantes del mercado.
Según los datos recabados, la protesta acabó ese mismo día y los seis agentes presentaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el delito de secuestro ya que, según ellos, los comerciantes los tuvieron secuestrados varias horas.
Sin embargo, más de cuatro meses después, el 3 de agosto de 2006, Jacinta Francisco fue detenida y sólo hasta llegar a prisión se enteró que estaba acusada por el delito de secuestro de los agentes, al igual que otras dos mujeres.
De esa forma, luego de señalar las deficiencias que se registraron durante el proceso, se mencionó la alta vulnerabilidad de Jacinta Francisco Marcial por cuestiones étnicas, de género y de pobreza.
En el lugar estuvo presente Estela Hernández, hija de la mujer presa, quien leyó un mensaje de su familiar en el que aseguró que ella no había cometido ningún delito y aseguró que "mi libertad es lo que quiero, sé que no hice nada y ya estoy aquí desde hace tres años".

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