Los jurados (9 Personas), decidieron optar por mas espacios verdes. Se decidio hacer un espacio abierto con auditorios al aire libre para que se dieran platicas ambientales a niños, jovenes y adultos. El ingreso seria por diferentes plazas que rodean el parque con sus torres en forma de estrellas de colores llamativos. Quedando todo listo para su inauguracion el 14 de Febrero de 1997 por el entonces gobernador Alberto Cardenas Jimenez y todo su gabinete.
Actualmente el Parque Metropolitano recibe un promedio de 100 mil visitantes mensuales.
Infomacion de http://parquemetropolitano.jalisco.gob.mx/index.html
Cronica
Uno de los puntos más recurrentes para los paseos ciclistas siempre es el parque metropolitano de Guadalajara. Esto no significa caer en la monotonía de los paseos, por el contrario, ya que la persona que lleva la punta siempre es diferente y por lo tanto el trayecto siempre es distinto.
En esta ocasión el paseo de los viernes, mejor conocido como “Bike to The Bones”, decidió de manera participativa (como debe de ser) pedalear hasta el susodicho parque. En esta ocasión no tuvimos la amenaza de lluvia como en los paseos anteriores, pero sí la amenaza del concierto de Zoe, por lo que faltaron algunos y algunas de nuestras siempre fieles compañeras y compañeros. Entre los que se les extraño esta el Miguel, Julia, Pilón, Sergio, Gretchel (¿se escribe así?). Igual los que estábamos nos arrancamos por avenida Juárez rumbo al citado parque. Eran alrededor de las 10 con 20 minutos.
Doblamos en Francisco Javier gamboa para tomar posteriormente la Av. Inglaterra hasta san Bonifacio. Continuamos por San Uriel, calle que desemboca en la Av. Lázaro Cárdenas. Por allí subimos hasta Av. San Ignacio, donde hicimos una parada estratégica para que parte del grupo se surtiera en un OXXO de su bebida predilecta.
Continuamos nuestro recorrido por Av. san Ignacio, que después hace cuchilla con la calle 12 de diciembre, en la Colonia Chapalita. Por allí nos enfilamos. Por cierto, va un comercial, justo en esa calle se encuentra el puesto de Hamburguesas de Silvano las cuales son altamente recomendables. Traigo hambrita, se me hace.
Por allí llegamos a Av. Guadalupe y seguimos subiendo para ir acercándonos a nuestro objetivo. Cuando llegamos a la Calle Santa Teresa de Jesús doblamos a la derecha hasta alcanzar, me parece, Sebastián Bach. La verdad esto no lo tengo tan claro. Pero creo que así fue.
Al tomar esta Avenida ya empezaba a notarse el cansancio de algunas personas que empezaban a rezagarse. En realidad no era tanta la distancia, pero yo junto con otro compita nos dimos a la tarea de ir animando a los rezagados para que no sintieran el abandono.Así llegamos al parque Metropolitano. Ya estando allí algunos decidimos hacer un recorrido por el interior del mismo parque (ya ven como somos de prendidos). A la suma del recorrido, que fue de 20 km aproximadamente, los que nos metimos a rodar en el parque le podemos anexar otros tres km. En este recorrido yo me Salí de la pista porque no medí bien mi distancia en una glorieta. Por suerte no tuve consecuencias y en realidad fue aventarme un pedazo como a campo traviesa.
Al salir del parque uno de nuestros compas se ponchó. Cual va siendo mi sorpresa pues era la misma bici que ayudé a parchar el día 10 de junio en aquel paseo a “las Fuentes” en el que nos cayó un tormentón. En esta ocasión, y como siempre, Edgar se acomidió para hacer la reparación. Por suerte esta se realizó en las afueras de un OXXO y el resto del pelotón aprovechamos para ir al baño, surtirnos de agua o chela y también descansar un poco. Por supuesto que Edgar no solo parchaba la bici, también aprovechó para refrescarse con una chela bien fría.
Me detengo aquí para comentar que creo que el paseo de los viernes es uno de los que a mí en lo personal más me agrada. ¿Por qué? Bueno, creo que es un paseo bastante solidario, no intenta llevar a marchas forzadas el pelotón, y además siempre está al pendiente que el contingente vaya compacto.
Arrancamos para iniciar el regreso. Este, obviamente, fue un poco más sencillo pues ya era de bajada. Ahora sí que como dicen “todo lo que sube, tiene que bajar”. Bajamos por Bach hasta Av. Clouthier donde doblamos a la izquierda para pasar por el paso a desnivel de los Cubos. En lo personal siempre me ha parecido riesgoso cruzar puentes o pasos a desnivel en bici, pero por un lado la adrenalina es excitante, y por otro, la estampa o imagen de ver al grupo de ciclistas pedaleando en el enredijo de vías que se hace en ese punto valió la pena. ¡Lástima! No traía mi cámara.
De allí tomamos Av. México y nuevamente pasamos por el túnel vehicular de dicha avenida. En realidad nos toco poco tráfico y lo cruzamos sin mayores contratiempos. El regreso fue mucho más recto pues por avenida México bajamos casi derecho hasta el punto de partida.
Un pequeño grupo de bebedores conocidos nos separamos del contingente, ya cerca de avenida Chapultepec. ¿La causa? Eran cerca de la una de la mañana y estaba a punto de cerrarse la venta de bebidas espirituosas. Ni modo de no surtirse y padecer la “ley seca” que aplicaría durante el fin de semana por el proceso electoral.
Al llegar al punto de partida nos encontramos con algunos de los compas que no pudieron asistir al paseo por irse de reventados al concierto. Migue y Sergio nos contaron como anécdota de ese concierto que les llovieron orines. Al principio pensaron que era cerveza, pero al poco rato se dieron cuenta, por el olor y por la temperatura del líquido amarillo, que se trataba del líquido corporal de algún otro asistente. Ya ven compas, la próxima mejor nos acompañan… Animo, y nos vemos en la próxima.
Arrancamos para iniciar el regreso. Este, obviamente, fue un poco más sencillo pues ya era de bajada. Ahora sí que como dicen “todo lo que sube, tiene que bajar”. Bajamos por Bach hasta Av. Clouthier donde doblamos a la izquierda para pasar por el paso a desnivel de los Cubos. En lo personal siempre me ha parecido riesgoso cruzar puentes o pasos a desnivel en bici, pero por un lado la adrenalina es excitante, y por otro, la estampa o imagen de ver al grupo de ciclistas pedaleando en el enredijo de vías que se hace en ese punto valió la pena. ¡Lástima! No traía mi cámara.
De allí tomamos Av. México y nuevamente pasamos por el túnel vehicular de dicha avenida. En realidad nos toco poco tráfico y lo cruzamos sin mayores contratiempos. El regreso fue mucho más recto pues por avenida México bajamos casi derecho hasta el punto de partida.
Un pequeño grupo de bebedores conocidos nos separamos del contingente, ya cerca de avenida Chapultepec. ¿La causa? Eran cerca de la una de la mañana y estaba a punto de cerrarse la venta de bebidas espirituosas. Ni modo de no surtirse y padecer la “ley seca” que aplicaría durante el fin de semana por el proceso electoral.
Al llegar al punto de partida nos encontramos con algunos de los compas que no pudieron asistir al paseo por irse de reventados al concierto. Migue y Sergio nos contaron como anécdota de ese concierto que les llovieron orines. Al principio pensaron que era cerveza, pero al poco rato se dieron cuenta, por el olor y por la temperatura del líquido amarillo, que se trataba del líquido corporal de algún otro asistente. Ya ven compas, la próxima mejor nos acompañan… Animo, y nos vemos en la próxima.
Bikecronista: Pato Esquivel
Fotos: Edgar Fidalgo (una disculpa, hoy salieron obscuras y la foto del grupo en el parque chafio)
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